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Patrick siempre ha sido un gato muy cariñoso: desde el día en que lo trajimos a casa de recién nacido, siempre ha disfrutado de nuestra compañía y jaleo. Esto no ha cambiado en su etapa adulta y todavía reservamos mucho tiempo para hacerle mimos, ya sea a primera hora de la mañana (por lo general cuando intento salir por la puerta para ir a trabajar) o por la noche cuando nos relajamos.
Patrick siempre ha sido un gato que «amasa»: golpea insistentemente con sus patitas algo suave mientras ronrronea sin parar. Esto es siempre lo primero que hace antes de ponerse en posición para recibir mimos. Parece que esta conducta siempre viene desencadenada por el contacto con un material suave y texturizado: ya sea una de sus mantas favorita (tenemos muchas por toda la casa) o una de mis grandes bufandas esponjosas, se regodea en ellas mientras las amasa y se las mete en la boca. Este comportamiento está asociado a una sensación de satisfacción y es una reminiscencia de cuando eran gatitos y estaban con su madre que les amamantaba. Es normal que lo sigan haciendo de adultos y es una forma adorable en la que Patrick nos demuestra su cariño.
Una vez que Patrick ha terminado su sesión de amasado (normalmente dura solo un par de minutos), se acomoda en mi regazo para dormirse una siesta. Patrick es un gato independiente; sin embargo, cuando estamos en casa, pasa gran parte del tiempo con nosotros: a menudo duerme en mi regazo o a mi lado en el sofá. Incluso cuando estoy cocinando, se echa la siesta a mi lado en el sofá de la cocina.
Al ser un cruce de gato Bengalí, Patrick tiene mucha energía para quemar y se pasa todo el tiempo que no está durmiendo muy activo. Si está en modo «tiempo de juego», es muy poco probable que quiera mimos o que se muestre cariñoso, ¡da igual lo que hagamos!
Si lo cogemos para darle un achuchón, enseguida aullará para decirte que le dejes en el suelo porque lo único que quiere es jugar. Tiene mucha fuerza, así que si realmente no quiere que le acaricies, ¡te lo dice sin tapujos!
Si por casualidad lo coges y se siente cariñoso, es posible que te deje ponerle boca arriba e incluso se deje acariciar la barriguita.
Nos encanta ver estos gestos en Patrick y creemos que siempre estamos desarrollando nuestra forma de comunicarnos con él. Nos comunica lo feliz y contento que está a través de una combinación de lenguaje corporal y vocalizaciones que demuestran que confía en nosotros y quiere cariño.