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Aprendizaje positivo: profundiza el vínculo con tu mascota

La profundidad y la fuerza de los vínculos que desarrollamos con nuestras mascotas pueden cambiarnos la vida. La búsqueda de estos vínculos profundos es la razón principal por la que les invitamos a nuestras vidas. 

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Aprendizaje positivo: profundiza el vínculo con tu mascota

Estos vínculos siguen desarrollándose a lo largo de la vida que compartimos con nuestras mascotas y pueden generar muchos beneficios maravillosos.

La mayoría de los dueños de mascotas se siente tan unidos a sus mascotas que las consideran «un miembro de la familia». Y aparte de la conexión emocional, se ha demostrado que ser dueño de mascotas reduce el estrés, promueve un estilo de vida más saludable y contribuye al desarrollo cognitivo y del lenguaje de los niños. (La influencia de perros de terapia en el aprendizaje y bienestar de los niños pequeños en cases y hospitales+ enlace al estudio Waltham)

Entonces, ¿hay alguna manera de profundizar aún más el vínculo que os une a ti y a tu mascota?

Conoce a tu mascota

Cuanto más conozcas a tu mascota (su psicología y fisiología), más preparado estarás para relacionarte con ella e interactuar con ella de manera positiva.

La importancia de los tres cerebros de tu mascota

En primer lugar, es importante conocer la composición del cerebro de tu mascota. Como todos los mamíferos (incluidos nosotros), tu perro o gato tiene tres partes en su cerebro: el neocórtex, el sistema límbico y el cerebro reptiliano. 

El neocórtex del cerebro de un mamífero es responsable del pensamiento de «orden superior», como la resolución de problemas, el razonamiento espacial y el pensamiento consciente.

El sistema límbico es responsable de cosas como las emociones, la motivación, el aprendizaje y los recuerdos.

El cerebro reptiliano (tronco del encéfalo) es la parte primitiva e instintiva del cerebro de los mamíferos. Es el principal responsable de los instintos de supervivencia, como la respuesta de «lucha o huida». 

Nuestro neo-córtex está muy desarrollado. Si se nos presenta una situación estresante o aterradora, la mayoría de nosotros seguirá teniendo la capacidad de analizar la situación y reaccionar de una manera razonada y meditada. 

Sin embargo, los animales como los gatos y los perros tienen un neo-córtex mucho más pequeño. Si se encuentran en una situación estresante, es más probable que reaccionen directamente desde el cerebro reptiliano: la respuesta de «lucha o huida».

Pasos positivos hacia el aprendizaje

Es importante que cuando tratemos con nuestras mascotas comprendamos que si se encuentran en una situación estresante o aterradora (y por lo tanto actúan desde la parte reptiliana de su cerebro), dejarán de tener acceso a su neocórtex o sistema límbico. 

Esto significa que, en ese estado, no tienen acceso al pensamiento «consciente» y, fundamentalmente, no pueden aprender nada. En ese momento, solo les preocupa la supervivencia.

Por lo tanto, si castigamos o reprendemos a nuestra mascota por una conducta no deseada de una manera agresiva o violenta –una situación estresante para una mascota– dejamos de ser capaces de conectar con ella, y no tienen forma de retener el conocimiento que queremos impartir.

Sin embargo, si nos acercamos a nuestra mascota de una manera positiva, tranquila, amorosa y se sienten relajados y en paz, es mucho más probable que puedan acceder a su neocórtex y sistema límbico, y puedan conectar con nosotros y aprender nueva información.  

Este enfoque permite a los dueños y a las mascotas pasar de la forma tradicional de educación de «premio y castigo», a algo que se basa más sobre el conocimiento mutuo, la colaboración, la cohabitación equilibrada y, lo más importante, el amor.

Beneficios de la comunicación positiva para los dueños y las mascotas

Los beneficios de este enfoque de aprendizaje y disciplina se extienden tanto a los dueños como a sus mascotas.

Con este enfoque positivo y compasivo de sus dueños, las mascotas se sienten más queridas y apoyadas. Aprenden más rápido y retienen mejor la información. Saben lo que se espera de ellos. Se sienten comprendidos y valorados como parte de la dinámica familiar. A menudo se vuelven más confiados, curiosos y abiertos al cambio. Pasan de estar cerrados a estar abiertos, de estar desconectados a estar conectados, de la falta de confianza a la confianza, del miedo a la alegría. 

Para los dueños, los beneficios son quizás aún mayores. Es mucho más probable que vean el comportamiento deseado de la mascota, y lo que es más, actuarán con más naturalidad y se sentirán más relajados. Los dueños pueden concentrarse en el cariño y la comprensión hacia su mascota. Son libres de demostrar amor y afecto. Pueden permanecer en el presente y disfrutar de su conexión con su mascota. Una conexión que, con un cuidado y una positividad continuos, solo puede profundizarse más.

Cuando tenemos en cuenta los efectos de un vínculo verdaderamente profundo con nuestra mascota, empezamos a ver que los beneficios de esta fuerte conexión son potencialmente mucho mayores que la mera relación entre un ser humano y un animal.

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