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Patrick es un gato de interior, por lo que siempre estamos buscando maneras de mantenerlo entretenido y ocupado. Ya tenemos un árbol para gatos y una gran cantidad de juguetes con los que jugar; sin embargo, en cuanto una simple caja de cartón entra en casa, siempre se convierte en su primera opción de entretenimiento.
Hemos guardado algunas cajas para crear un «parque de aventuras» en el que Patrick pueda explorar y jugar; no es el más bonito del mundo, ¡pero definitivamente funciona!
Patrick es un cruce de gato Bengalí, así que no es un gato muy pequeño, ¡ni muy ligero! Por eso era importante encontrar cajas que fueran lo suficientemente grandes para que cupiera en ellas y pudiera interactuar con ellas fácilmente. Decidimos optar por una estructura más lineal en lugar de hacer una torre alta. Esto último le hubiera encantado, pero debido a su tamaño, ¡no estábamos seguros de que las cajas fueran a aguantar su peso!
Hicimos agujeros en las cajas para distintas crear rutas: a Patrick le encanta colarse en espacios pequeños (especialmente si están hechos de cartón). Y en un extremo del parque de juegos, colocamos una mantita suave para que Patrick recargara pilas, por si acaso se agotaba.
Una vez hecha la estructura general, la decoramos colocando juguetes colgando de cuerdas y cintas enlazadas a través de la caja «túnel» central. Incluso intentamos hacer un área de rascado casera, pegando material de alfombra rugosa a una de las cajas. Como toque final, añadimos unas cuantas golosinas en rincones y recovecos para atraer su atención, ¡aunque probablemente no hiciera falta!
Los ojos de Patrick se iluminaron cuando vio el parque de juegos completo: se fue directo al agujero de la caja de conexión y se coló dentro. No habíamos previsto que entrara al parque por ahí, pero se le veía encantado. A continuación fue hacia la caja grande: de nuevo, el pequeño hueco de entrada definitivamente no le supuso ningún problema.
El juego continuó, incluso después de que encontrara las golosinas escondidas. Este tipo de parque definitivamente apela a la curiosidad innata de Patrick, que no paró hasta probar todos los aspectos de este nuevo juguetito que apareció en casa. El rascador no le llamó mucho la atención: tenemos varios de esos por toda la casa (¡aunque su lugar favorito es nuestra silla de mimbre!) y estaba demasiado interesado en el resto del parque de juegos como para apreciarlo.
Las cajas en sí fueron la mejor parte para Patrick: le encanta investigar en su interior y a veces incluso tumbarse en ellas tranquilamente. La comodidad que siente al estar en un espacio confinado es evidente. Los agujeros de las cajas también se convirtieron en estupendos espacios de observación, desde donde podía asomarse y estar atento a lo que sucedía a su alrededor. Cuando se cansó de explorar, se echó una merecida siesta en su cama improvisada. ¡Definitivamente se sentía como en casa!
El parque de juegos fue muy divertido de construir y una excelente manera de echarle imaginación a algo tan común como una caja de cartón. Para Patrick fue una experiencia de lo más agradable y definitivamente es una manera estupenda de hacer algo diferente mientras lo manteníamos entretenido.