¿Debería cambiar la rutina de alimentación de mi gato en verano?

Tanto si alimentas a tu gato con una rutina de comidas fija como si le permites comer libremente (o una combinación de ambas cosas), es posible que hayas notado que tiende a comer menos en verano. 

Esto es algo normal. Un estudio reciente muestra que la mayoría de los gatos comen aproximadamente un 15 % menos en los meses más calurosos, incluso si son predominantemente gatos de interior. Se cree que los gatos utilizan menos energía para mantener su temperatura corporal en verano y, por lo tanto, necesitan menos comida.

Entonces, ¿cómo adaptarse mejor a su menor apetito? ¿Y hay algo más que debes tener en cuenta?

¿Qué efecto tiene la edad de mi gato?

La edad de tu gato puede afectar a su capacidad para gestionar el calor. 

Si tienes un gato mayor, es posible que hayas notado que le gusta estar en lugares cálidos durante el día, quizás tomando el sol frente a su ventana favorita. Esto puede deberse a que la temperatura más cálida ayuda a aliviar el dolor de huesos o articulaciones. También afectará a su apetito: un estilo de vida más sedentario reducirá de forma natural las necesidades energéticas de tu gato. 

Un gatito muy joven suele necesitar temperaturas más cálidas que los gatos mayores, ya que su control de temperatura debe aprender a funcionar correctamente. Así que no notarás ninguna diferencia en el comportamiento o el apetito de tu gatito en verano. 

Si es un gato de interior, ¿también comerá menos?

Si tu gato es un gato de interior y tiene varios rincones en los que estar durante el día -algunos frescos, otros más cálidos-, por lo general le resultará fácil lidiar con el verano. Pero puede que sigas apreciando una ligera pérdida de apetito, que la mayoría de los dueños no notarían...

Se cree que el aumento de la luz diurna de los meses de verano provoca naturalmente una reducción en el apetito de todos los mamíferos, incluidos nuestros gatos domésticos.

Hidratación y comida húmeda

Mantener a tu gato hidratado es lo más importante que puedes hacer por él durante los meses más calurosos.

Un gato normal de 4 kg debe beber aproximadamente 150 ml al día (aunque puede beber menos si se le da comida húmeda). Por lo tanto, es importante que ofrezcas a tu gato abundante agua potable limpia y fresca en diferentes sitios de tu casa, y en un lugar fresco y a la sombra al aire libre si tu gato pasa tiempo al aire libre. 

Vigila sus cuencos: asegúrate de limpiarlos regularmente y rellenarlos con agua fresca al menos dos veces al día. 

Los cuencos de plástico pueden darle al agua un sabor desagradable, así que piensa en cambiarlos por un cuenco de acero inoxidable. También podrías considerar invertir en una fuente para gatos que proporcione agua fresca de manera continuada siempre que a tu gato le apetezca beber.

Si crees que tu gato no está bebiendo lo suficiente, es posible que no le guste el sabor del agua del grifo, así que prueba a darle un poco de agua de manantial embotellada. No coloques el cuenco junto al inodoro, la basura o al lado del comedero.

Además, a medida que los gatos se hacen mayores pueden olvidarse de beber suficiente agua. Prueba a verter delicadamente agua fresca en un cuenco en frente de tu gato, o llévale hasta un grifo que gotee: el movimiento puede despertar su interés y animarle a beber. 

También podrías considerar alimentar a tu gato con comida húmeda en verano. La comida húmeda tiene un mayor contenido de humedad que la comida seca y te ayudará a mantener hidratado a tu gato. De hecho, tu gato podría vivir sin beber agua si le das comida húmeda con un nivel de humedad de aproximadamente el 75%. Al igual que la mayoría de los animales del desierto, los gatos pueden hidratarse con sus presas.

Además, la comida húmeda tiende a ser muy agradable y a los gatos les encanta, ya que suele ofrecer una variedad más amplia de sabores, y tiene una textura que se asemeja más a la carne fresca.

Mi gato de exterior se deja comida

Como ya hemos mencionado, es totalmente normal que tu gato coma menos en los meses más calurosos. Si das de comer a tu gato en el exterior, es importante no dejarle el comedero con comida sin comer durante demasiado tiempo. Los alimentos húmedos y secos se ponen malos más rápidamente en verano y pueden atraer insectos, insectos y otros animales al comedero de tu gato. También se vuelven rápidamente poco atractivos para tu gato, algo que puede apartarle de su rutina de alimentación habitual. Es mejor alimentar a tu gato con comidas regulares más pequeñas en lugar de darle porciones grandes que no se come completas.

¿Qué más debo tener en cuenta antes de dar de comer a mi gato?

Asegúrate de que tu gato está relajado y alejado de la luz solar directa antes de darle de comer.

A veces el verano puede ser un problema para nuestros amigos felinos y su falta de apetito a veces puede ser motivo de alarma. Si tienes alguna duda sobre tu gato, siempre debes llevarlo al veterinario. 

Pero, si está relajado, come regularmente, toma mucha agua fresca, su peso corporal es estable, le cepillas regularmente y tiene lugares frescos donde estar durante el día, no hay motivo para alarmarse. Deja que tu gato coma cuando necesite comer y déjalo disfrutar de un verano largo y relajado. ¡Suena fenomenal!